Para revestir y decorar nuestras paredes podemos recurrir a varios elementos pero en esta ocasión vamos a adoptar la posibilidad de panelarlas con planchas de madera.La primera decisión que deberemos tomar es si los paneles acapararán toda la pared o llegarán a una altura determinada por un friso. La segunda opción es la más habitual, y tal vez la que supone un nivel de dificultad mayor. A continuación vamos a explicar los pasos que supone este sistema de revestimiento.Una vez decidido este aspecto elegiremos el tipo de panel que queremos. Como en todas las labores de bricolaje y decoración el gusto de cada uno es el que se debe imponer y en cuanto a los paneles no es diferente, ya que existen de varios tipos y modelos entre los que deberemos seleccionar el que más se adecue a nuestras necesidades. Los de machihembrado son los que ofrecen un acabado más elegante.En lo referente a las diferentes posibilidades de colocación podemos optar bien por tablas individuales o bien por planchas que están expresamente preparadas sobre una base de DM y que se deberán cortar para ajustarlas a la superficie de las paredes. Si nos decidimos por estas láminas preparadas, probablemente el trabajo se terminará mucho más rápido, pero hemos de tener en cuenta que requiere un coste más elevado.Cuando dispongamos del material necesario lo primero que tendremos que hacer será construir un armazón que será la base que sostenga el panel y que a la vez permitirá disimular las irregularidades que pueda tener la pared. Para construirlo necesitaremos listones que tengan poco fondo para no alejarlos demasiado de lo que es la pared y que no nos acaben comiendo mucho espacio de la habitación. En el propio comercio donde hemos adquirido los paneles podemos comprar estos listones que deberían tener unas medidas aproximadas de 5 x 2,5 centímetros.Con la ayuda de un nivel estableceremos la altura a la que debe llegar el panel y dibujaremos la línea superior sobre la que colocaremos el primer listón, fijándolo con tirafondos. Posteriormente, en paralelo y hacia abajo, colocaremos tres listones más, aunque dependiendo de la altura a la que esté el primero tal vez necesitemos poner más o menos. Lo que si es imprescindible es que el listón inferior quede cercano al suelo.Si tenemos el armazón listo pasaremos a colocar el panel. Las tablas las orientaremos verticalmente y para ajustarlas a las medidas necesarias las cortaremos con una sierra circular radial. En el caso de que las tablas que hemos elegido sean de machihembrado, las colocaremos teniendo en cuenta que las lengüetas deben quedar hacia fuera. Estas tablas las fijaremos a los listones del armazón a través de la lengüeta con clavos pequeños de acero de 30 milímetros de largo insertados oblicuamente con respecto a la tabla. Trataremos siempre que las cabezas de las puntas queden ocultas y no interfieran en la óptima colocación de la siguiente tabla.Así, cada tabla la iremos fijando a cada uno de los listones del armazón para asegurarnos la buena colocación del panel, además cada una la machihembraremos con la anterior con una maza de madera o con cotillo de goma.El toque final lo daremos con la colocación de un rodapié en la parte inferior del propio panel y con un listón en la parte superior del revestimiento. Esta pieza la uniremos al armazón atornillando directamente. Además a este listón le pondremos un perfil decorativo redondeado que junto a su finalidad ornamental también evitará que nos hagamos daño si nos golpeamos contra él.De esta manera sencilla y rápida se revisten las paredes de manera elegante. Luego, en nuestra mano queda darles una mano de pintura o barniz del color deseado.