Los espejos pueden cambiar considerablemente el aspecto de una estancia: contribuyen a crear mayor sensación de amplitud y luminosidad. Así que, colocar alguno en el dormitorio puede ser una gran idea.Es interesante contar con al menos dos espejos; uno para poder reflejarse de cuerpo entero, y otro más pequeño para la cara, maquillarse etc. El espejo grande, debería colocarse en un espacio en el que puedas pararte lejos y reflejarte por completo, mientras que el pequeño estaría perfectamente ubicado cerca de alguna ventana, para contar con la luz natural al utilizarlo.Las habitaciones espaciosas y muy amplias piden un espejo de pie, que dotará al espacio de elegancia y sofisticación. Por otro lado, si cuentas con un vestidor con espacio para caminar dentro, lo ideal sería ubicar allí un espejo que ocupe toda la pared.