¿Por qué no comer alimentos procesados? ¿Son dañinos?
Existen alternativas que nos permiten mantener una alimentación saludable, como reducir al mínimo el consumo de este tipo de comida
El procesamiento de alimentos es cualquier cambio deliberado que se produce en un alimento antes de que esté disponible para ser consumido. Puede ser tan simple como la congelación o el secado de alimentos para conservar los nutrimentos y la frescura, o tan complejo como la formulación de una comida congelada con el equilibrio correcto de nutrimentos e ingredientes.
Existen alternativas que nos permiten mantener una alimentación saludable, entre las cuales se encuentra reducir al mínimo el consumo de alimentos procesados:
El refresco, el cual es prácticamente un dulce en forma de líquido. Todas estas bebidas son una bomba de azúcar calórica, por lo que contribuyen a la epidemia de obesidad a nivel mundial, a la expresión de síntomas de envejecimiento prematuro, interrupción hormonal y a algunos cánceres. El refresco no sólo engorda sino que también se encuentra relacionado con problemas dentales.
Las papas fritas. En gajos, a la francesa o en red. Todas contienen una alta cantidad de calorías que, al comerlas regularmente, pueden generar problemas de peso o diabetes. En caso de que el antojo sea enorme es recomendable prepararlas en casa, sin aceite.
Endulzantes artificiales. Existen cinco endulzantes artificiales con base en potasio: acesulfame, aspartame, neotame, sacarina y sucralosa, los cuales aumentan el riesgo de contraer enfermedades metabólicas, diabetes tipo 2 o problemas cardíacos.
Hamburguesas de comida rápida. Desde un principio, son un factor de riesgo de diabetes.
Cereales azucarados, los cuáles sólo ofrecen 5gr de fibra (sin mencionar las grandes cantidades de azúcar).
Carnes procesadas como el tocino, el jamón, las salchichas, el salami, etc. Se encuentran relacionadas con un 42% de incidencia de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2, así como con la acumulación de grasa saturada, colesterol, sodio y preservativos.
Las palomitas. Principalmente hechas con aceites y mantequilla, estos productos cuentan con grandes cantidades de saborizantes artificiales.
Hot dogs. Las salchichas con que se elaboran contienen sabores artificiales, sal, conservadores y grasas saturadas. Por estar elaboradas a una presión y calor extremos pierden su valor nutricional.