El estrés puede llevarte a comer de más, y por lo general es comida chatarra, lo que después se puede convertir en sentimientos de culpa y vergüenza. Es un círculo vicioso que comienza con un ‘antojito y termina con acabarte una pizza entera y un litro de helado tú solita. El problema con comer por estar estresado es que te proporciona unos minutos de satisfacción pero en realidad no resuelve ninguno de tus problemas.
En vez de dejarte controlar por la comida chatarra, intenta aplicar alguno de estos tips cuando te sientas ansiosa, triste o bajo mucha presión: