– ¿Cómo es su isla Mindelo?Es una isla con mucho sol, un mar hermoso, una bahía grande y belleza pura, tropical. Y no hay mucho más. Aunque ahora hay más empleo y más inversiones, porque todo el mundo tiene algún emigrante en la familia que manda dinero, así que afortunadamente ahora la gente no muere de hambre. Pero creo que nuestras mayores riquezas son la calidez de la gente y la música. Allá está mi casa y mi gente y es donde yo quiero vivir. Y mi casa tiene siempre sus puertas abiertas para quien quiera venir a verme.- ¿Qué echa de menos de su tierra cuando está de gira?La tranquilidad, mi familia, la vida cotidiana, el mar. Cuando echo mucho de menos mi tierra llamo por teléfono a mi familia y me siento muy reconfortada. Siempre que estoy fuera canto a Cabo Verde.- ¿Le cansan las giras?Sí, claro que me cansan. Pero la música es muy importante para mí, y quiero seguir cantando mientras la salud me lo permita. Espero seguir haciéndolo durante mucho tiempo.- ¿Cuál es el principal mensaje que le gustaría transmitir sobre África?Creo que llevo transmitiendo el mismo mensaje desde mi primer disco: hablo de la África a la que yo pertenezco, de Cabo Verde. De la emigración, del amor, de nuestra soledad, de la nostalgia, de la realidad del día a día de nuestra tierra. Canto sobre nuestras particularidades y sobre nuestra dignidad. Cambian los compositores y los músicos, pero el contenido sigue siendo el mismo.- En un mundo tan materialista como el actual, ¿aún hay espacio para los sentimientos?Tiene que haberlo. Yo creo en las personas, en la historia de cada uno, todo el mundo tiene su propia historia que contar y eso es lo que importa. Y eso es lo que yo quiero con mi música: compartir emociones.- ¿Qué es lo que atrae de su música a tantos oyentes de todo el mundo?Yo canto sobre todo morna y coladeira, que es la música tradicional de Cabo Verde, dos estilos inseparables de mi país, que representan nuestros sentimientos. Creo que la música es un lenguaje universal, y que aunque no entiendas el idioma, que en mi caso es algo normal porque canto en portugués criollo, siempre se transmite algo. El ritmo, las sensaciones… Yo también escucho música en lenguas que no conozco, pero me gustan.- ¿Las canciones tristes son reconfortantes?Creo que sí, es un sentimiento natural. La morna habla sobre nuestros problemas, nuestra vida cotidiana o sobre el amor, de un modo muy dulce. Todo es real, y aunque sea triste puede ser también bello.- ¿Le gusta también la música festiva?Sí, y la canto, no todo es melancolía en nuestra música, también hay mucho ritmo y mucha alegría. Toda la música es alegre y triste a la vez, como los recuerdos. La misma morna pone luz a las cosas tristes.- ¿Cuál es su primer recuerdo musical en la infancia?Canto desde niña, lo llevo en la sangre. Mi padre y mi hermano eran músicos, pero creo que soy la única cantante. Y cuando empecé a cantar no sabía que un tío mío, Xavier Francisco da Cruz, era un compositor muy conocido en Cabo Verde. Después he grabado varios temas escritos por él.- ¿Qué piensa antes de salir al escenario? ¿Tiene alguna manía especial?Antes del concierto, en el hotel, suelo planchar el vestido que me podré para cantar. Me relaja, mi ropa no la plancha nadie más que yo. Y me gusta que los músicos vengan al camerino a charlar y a comer algo antes de empezar.