Las amas de casa más famosas de la televisión regresan -con un doble episodio- a La 2, con más intrigas y emociones. Una boda, un divorcio, la disputa por conquistar a un hombre (no puede ser otro que Mike Delfino, "el fontanero"), nuevos vecinos… Y como no, otro misterioso cadáver. Una Eva Longoria pletórica, convertida ya en un sex-symbol, contestó a nuestras preguntas.-¿Contenta con el éxito de "Mujeres desesperadas"?-Es una serie maravillosa. Tiene unos personajes repletos de vida. Las historias están llenas de frescura?-Por lo que me dice su éxito no le ha sorprendido?-Era algo que se intuía, pero no de esa manera tan bestial.-¿Qué tiene la serie al margen de unas mujeres estupendas?-Una historia con mucho sentido del humor y que gusta mucho a las mujeres, pero aún más a los hombres.-¿Qué significa para usted hacer de Gabrielle Solís?-Es toda una delicia y en algunos momentos me siento bastante identificada con ella.-Cuente, cuente… ¿en qué cosas?-Las dos somos ambiciosas -ella un poco más- y también tenemos unas enormes ganas de divertirnos. Además de todo esto, nuestro ideal es tratar de hacer que nuestros sueños se conviertan en realidad.-¿Qué es lo que menos le gusta de ella?-Su egoísmo. No olvide que ella se casó con Carlos por su dinero.- Tras tres temporadas, ¿ha dejado "Mujeres desesperadas" el San Benito de "serie femenina"?-Nunca lo ha sido. Yo la veo más como una muestra de muchos tipos de personas.-¿Sabe que es una de las mujeres más solicitadas y deseadas?-Eso forma parte de la magia de la televisión.-¿Veremos una nueva Gabrielle en esta tercera temporada?-Gabrielle ha ido evolucionando. En la segunda perdió todo lo que más quería: su vida de lujo. En esta tercera, divorciada, la veremos más fuerte.-Usted ha roto el mito de la mujer latina en las series?-Nunca he renegado de mis orígenes, pero soy una latina atípica.