Esta noche será la gran final de Supermodelo, el concurso de telerrealidad en el que una de las jóvenes participantes se ganará un contrato para iniciar su carrera de maniquí. A través de este programa, la catalana Judith Mascó se ha afianzado como presentadora de televisión, medio por el que dice apostar fuerte. Y es que a sus 38 años, esta profesional que brilló en los años noventa como una de las top model de mayor prestigio, tiene bien puestos los pies sobre la tierra y sabe que la belleza tiene fecha de caducidad. Renovarse o morir, Mascó, que recomienda no deslumbrarse como los valores estéticos, busca una nueva carrera como presentadora.¿Qué características debe tener una buena modelo?
Cuantas más mejor. Obviamente nos movemos en un mundo de belleza y hay que tener unas características físicas. Eso es algo innato, que viene heredado, pero que no es suficiente. Por eso me gusta recalcar que una modelo no sólo es una chica guapa con un buen cuerpo. Si sólo fuera eso tendríamos una miss. Ser modelo es una profesión que hay que aprender, tanto para trabajar en pasarela, en publicidad o en fotografía. Hay que tener personalidad, carisma, fuerza, garra, y ser muy disciplinada.
En el programa de televisión, las chicas aspirantes sufren, lloran, están en tensión…¿Se pasa tan mal en la realidad para formarse como modelo?
No hay que olvidar que es un reality de entretenimiento. Pero todo tiene más verdad de lo que pueda parecer. Partimos de un tiempo récord de tres meses para formar a chicas que no saben nada de la moda y de esta profesión. Ahí está la gracia del reality. La presión viene dada por su juventud y ese poco tiempo para prepararse. Además, creemos que esa presión les puede ayudar a sacar toda su capacidad.¿El programa es mero espectáculo o tiene una utilidad?
Las dos cosas. Es entretenimiento y puede abrir camino a futuras modelos, como ya he comprobado por anteriores ediciones.¿Ha cambiado mucho el mundo de la moda desde que usted empezó?
Yo viví la época dorada, única, de las top-models en los 90. Las modelos eran lo más esperado en la pasarela, más que la ropa. La mujer era muy bien vista con curvas, y yo las tenía. Las modelos eran sanas, hacían gimnasia, y resultaban sexys. Además, destacaban el pecho. El gran cambio después de aquel esplendor ha sido pasar a una época andrógina.Una exaltación de la delgadez que está trayendo polémica…
La mujer bella debe ser sana y tener curvas. No entiendo qué ha pasado, supongo que ha sido el puro esnobismo de la moda, el ir a contracorriente, lo que ha desembocado en esta situación de culto a la delgadez.¿Está de acuerdo con que pesen a las modelos?
Estoy de acuerdo en poner unos límites, porque la sociedad se está volviendo enfermiza en ese sentido. Pero es difícil encontrar una solución y que sea a través de una báscula lo dejo en duda.España es uno de los países que más utiliza la cirugía estética. ¿No estamos dando demasiada importancia a los valores estéticos y la belleza?
Sí. La belleza ha sido para mí una herramienta de trabajo. Yo tengo una familia, y le doy un valor profundo por encima de todo. Además, si toda tu vida gira en torno a la estética afrontarás peor el paso del tiempo, cumplir años y ver se acaba. Es enfermizo llevar al extremo la búsqueda de la belleza y la perfección. Quien apuesta en extremo por la belleza y la estética es que no tiene nada dentro. También es verdad que ahora los medios de comunicación están más presentes en nuestra vida y que desde ellos se muestran estos iconos de belleza. Pero los medios no son más que ensoñación y glamour, no deben tomarse como filosofía de vida.Noemí Campbell, la diosa de ébano, tiene sin embargo un carácter muy irritable…
Es una de las mujeres más bellas que yo haya podido ver. He trabajado con ella en varias campañas y sé que no se cuida, no va al gimnasio… Por eso se le permiten tantas cosas, porque es única. Luego está su vida personal, y deduzco que no será muy buena por lo que reflejan los medios. Ese es el problema de ser tan guapa y que te adule todo el planeta. A lo mejor es que no le debería permitírsele tantas licencias.Parece que usted se introduce cada vez más en la televisión ¿Le gustaría afianzarse como presentadora?
Sí. Estoy apostando fuerte. En esta segunda temporada, veo el programa a mi medida. La carrera de una modelo no es eterna y hay que renovarse o morir. He hecho algunas colaboraciones en televisión, un medio al que ya había puesto el ojo. Pero ahora me estoy preparando a fondo y voy a por todas. Es un reto personal.
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