Vive en Cádiz, a tres minutos del mar, y si no fuera porque es mujer de "hondas raíces", se iría volando por la ventana. Tiene una voluntad arrolladora y una alegría que se le escapa por los ojos. Así es Pasión Vega, una artista malagueña que huye de las etiquetas porque ella, ante todo, quiere sentirse libre. Empezó cantando copla sin bata de cola ni abanico, después se atrevió con los boleros, habaneras, "swing", pop, blues, jazz latino, fado… y así hasta la zarzuela, pues ha llegado a grabar "El tango de la Menegilda", una pieza de "La Gran Vía", de Chueca y Valverde. Ahora, de gira por España con su disco "La reina del Pay-Pay", que lleva el nombre de un cabaret gaditano muy de moda en los años 40, Pasión Vega confiesa que está "más desmelenada que nunca".Trae consigo "un espectáculo de gran teatralidad", de luces y sombras, aires latinos y jazz, con canciones de autores como Jesús Bienvenido, Rafael Pérez Botija, Javier Ruibal y José Luis Perales.-Quién le hubiera dicho a la directora del coro de la parroquia malagueña de Santa Ana y San Joaquín que llegaría a donde está?-(Risas) Nunca sabes lo que te puede deparar la vida. ¿Quién sabe? Yo, por ejemplo, que nací en Madrid, creo que de haberme quedado en la capital no me habría dedicado a esto. No sé, la verdad, qué habría sido. Málaga me ha marcado muchísimo: la luz, el mar, sus gentes, tanta alegría y colorido… Y mi familia también ha sido fundamental. Por parte de madre, son de Badajoz y de esa rama me viene la vocación musical. Fue mi tío, Manuel Vega, el que me animó a presentarme a mis primeros concursos. Él canta y toca muy bien la guitarra, de joven llegó a tener sus grupos de pop y rock-flamenco. Ha sido un referente muy importante para mí.-¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado?-Ser fiel a uno mismo. Como en todas las profesiones, si ves muy claro lo que quieres, entonces hay que luchar. ¿Defender tu pasión! Si tienes una razón para darlo todo, adelante?-Pese a todo, para usted siempre es difícil abrirse camino.-Ya, no soy una cantante que esté en la sopa y, por lo tanto, se complica todo más. Es cierto. Yo intento hacer una música que no pase de moda, me gustaría que fuera atemporal. Y por eso mismo, no suenan tanto mis discos en las emisoras. No es música de moda y no se radia tanto como otras canciones. Total, que mis grabaciones se van conociendo por el "boca a boca"; así es como he logrado tres discos de oro -"Pasión Vega", "Flaca de amor" y "La reina del Pay-Pay"- y uno de platino con "Banderas de nadie". Ojalá no cambien las cosas. Yo quiero seguir creciendo como artista y sentirme libre, eso lo tuve claro muy pronto.-No tardó en darse cuenta de que necesitaba aires nuevos.-Eso es, tenía que desprenderme de todas las dependencias de ese público que sólo quería escuchar lo clásico de la copla. No podía limitarme a interpretar "Ojos verdes" y "Tatuaje", que, ojo, ¿me siguen encantando! Lo que pasa es que también me atraen los temas nuevos, escritos para mí. Y esto es un riesgo que asumo, porque lo fácil es lo conocido. ¿Qué gran verdad encierra el dicho de "canción oída, canción aplaudida"!-Usted no se echa atrás. Con la gira de "La reina del Pay-Pay", parece que ha salido la actriz que lleva dentro, ¿no?-Uy, ¿eso son palabras mayores!-Bueno, estudió varios años Arte Dramático en Málaga.-Tres años, que me faltó el último curso. Pero, no, no, no soy una actriz. Yo entonces, por supuesto, aprendí muchísimo de mis compañeros y profesores; había gente maravillosa. ¿Qué pequeña me sentía! Le tengo un inmenso respeto a los actores… Ahora bien, sí que es verdad que he conseguido romper la barrera de la timidez que, en mis inicios, me separaba mucho del público. La timidez me ha jugado muy malas pasadas. Me ha costado superarla.-¿Cómo lo ha conseguido?-La experiencia… Al final, te das cuenta de que sobre el escenario debes seguir siendo tú misma, pero amplificada. Como si tuvieras un altavoz que agrandara tus virtudes y defectos. Como artista, no solamente tienes que proyectar tu parte positiva, también debes revelar lo más oculto; muestras lo mejor y lo peor de ti misma. Te desnudas completamente. Ay, eres tan frágil sobre el escenario… El público no se hace a la idea de lo mucho que puede llegar a conocerte.-De risa fácil y sonrisa permanente, a usted ¿qué la hace llorar?-Soy muy sensible al sufrimiento de los demás. Es lo que menos soporto. Por eso, cuando estoy de gira, lamento tantísimo no tener más tiempo para hacer otras cosas. Para dejar mis comodidades, moverme y echar una mano?