Shirley MacLaine nació en Richmond, Virginia, en 1934, y es hermana del actor Warren Beatty. Fue la única mujer aceptada en el Rat Pack, la cuadrilla de correrías de Frank Sinatra y Dean Martin en Las Vegas. Ha escrito nueve libros con revelaciones espirituales: cree en la reencarnación y afirma haber realizado viajes astrales. En 1994 recorrió a pie el Camino de Santiago durante un mes. Está divorciada del actor Steve Parker y tiene una hija.Experta en técnicas esotéricas, la aún chispeante pelirroja de piel lechosa e increíbles ojos azules encadena películas. Sigue acostumbrada a meterse en papeles de mujeres con carácter, como en "En sus zapatos", donde ejerce de abuela de Cameron Diaz y Toni Colette.Galardonada con un Oscar por "La fuerza del cariño", MacLaine, que se inició en Broadway como cantante y bailarina, está considerada un bicho raro entre sus colegas.-No interpreta a la típica abuela de Hollywood.-¿Cómo voy a hacer un estereotipo a estas alturas? Las familias han cambiado mucho, se podía escribir una novela de cada una de ellas. No podía hacer de la típica abuela porque ya no existe.- Sigue haciendo muchas películas. ¿Cómo se siente?-Fantástica. Mi regreso es bueno para las mujeres, sobre todo para las mayores. Me lo estoy pasando estupendamente con el trabajo.-Durante bastante tiempo ha dicho no. ¿Por qué vuelve de manera tan visible?-Después del 11-S decidí rendirme a lo que el mundo me pidiera. Dejé de luchar y me entregué por completo.-¿Puede explicar ese proceso?-Cuando hablo de rendirte ante las consecuencias, sean las que sean, quiero decir que lo que tenga que ser, será. Una vez dado ese paso, pensé que no podía manipular desde mi posición de poder y fama, sino que tenía que dejar pasar las cosas sin implicarme. Ya no busco ni me angustio. Siempre he sido una mujer que ha conseguido más de lo normal, que ha tratado de que las cosas sucedieran, ahora no.-Es decir, que ha dejado de controlar su vida.-Desde luego, y eso me ha llevado a vivir mucho más tranquila y ser más feliz.-A estas alturas, ¿consulta con el director su personaje?-He trabajado con directores muy buenos, y Curtis Hanson, como es de los mejores, sabía lo que quería desde el principio.-¿Cómo encajan sus creencias espirituales con el superficial mundo de Hollywood?-Todo va unido. Lo que se hace en Hollywood es crear un drama, una comedia, un filme de terror, épico, de aventuras. El resto -los descapotables, la ropa de marca, las gafas de diseño- forman parte de la diversión, y me encanta. Es como un sueño de Raymond Chandler. Yo nunca he tenido problemas con Hollywood, pero lo tengo fácil, porque vivo en Nuevo México.-No reside en la Meca del Cine, pero, ¿se ha apuntado a su estilo de vida alguna vez?-No me gustan los eventos y tampoco que todos hablen de sí mismos, del dinero que tienen, de las películas que han hecho. En ocasiones puede resultar interesante, pero confieso que me aburren bastante ese tipo de conversaciones.-¿Cómo llena su soledad?-Soy muy solitaria. Me gusta leer, escribir y estar en sintonía con la naturaleza. Podría pasarme todo el día mirando los colores de las hojas de los árboles. No creo que hubiera podido hacer eso a los treinta años. Mi soledad forma parte del proceso de envejecer. Cada vez que terminaba una película, cogía un avión y me dedicaba a recorrer mundo. He viajado mucho, lo único que me queda por conocer es Afganistán y la Antártida.-¿Hay más miedo a envejecer ahora que antes?-Todo eso tiene mucho que ver con el márketing. La epidemia de nuestra cultura es estar obsesionados con el culto al cuerpo.-Tener un buen físico da mucho poder a los actores.-Pero no tienen ni idea de cómo utilizarlo. Ni son listos ni tienen experiencia. El gimnasio es el centro de su vida y su entrenador personal les dice lo que pueden comer y lo que no. Conozco a actrices que estaban deseando que llegara el fin de semana para poder comer una galleta de chocolate. ¿Qué tipo de vida es esa? Yo fui guapa, pero tomaba todo el azúcar que quería.-De todo lo que han dicho sobre usted, ¿cuál es la mayor confusión que el público tiene de su persona?-Que soy un bicho raro.-¿Y no lo es?-¿Venga ya! Soy una mujer con los pies sobre la tierra, muy directa, sin tiempo para manipular.-Entonces, ¿de dónde nace la fama de mujer rara?-De mis libros. A la gente le da miedo investigar asuntos metafísicos, especialmente si son religiosos. El gran regalo que me dieron mis padres fue no inculcarme ninguna religión, me dejaron la mente abierta y yo me he divertido explorando otras realidades.-¿Le gustaría dirigir de nuevo?-Ya no tengo ese ímpetu por controlar las cosas. No necesito volver a ponerme detrás de la cámara, con dos películas es suficiente, al menos por ahora.