Como padres, nuestra principal responsabilidad es cuidar el sano desarrollo de los hijos. Esto incluye vigilar que su entorno esté libre de depredadores sexuales o cualquier tipo de peligro para su integridad.
Lo mejor que podemos hacer es estar alertas y fomentar en ellos la auto protección, la comunicación y la identificación de actos que atenten contra su cuerpo.
Indica a l@s niñ@s que si alguien trata de tocar su cuerpo y de hacerle cosas que l@ hagan sentir incómodo, griten un NO a la persona y que te lo cuenten enseguida. Promueve la empatía con el niño para que la comunicación sea estrecha y se sienta con la confianza de decirte si alguien lo está molestando.
Deja claro los niños que el respeto a los mayores no implica que tengan que obedecer de manera automática a los adultos y a las figuras de autoridad. No les diga “siempre tienes que hacer todo lo que la maestra o quien te cuida te mande a hacer.”
Acércate a los programas profesionales del sistema escolar de tu comunidad en temas de prevención.
Habla con tu niño o niña sin prejuicios sobre los temas de la sexualidad. Cómo se llama cada órgano e insistirle que es su cuerpo y debe cuidarlo. Escucha sus dudas y responde a sus preguntas con sencillez y serenidad.
Demuéstrale confianza para fortalecer su autoestima y rechace cualquier tipo de agresión
En este tipo de temas no dudes en creer las palabras de tu pequeñ@. Si ha sido víctima o está en riesgo de abuso, acude con un profesional para verificar el grado de daño y hacer la denuncia ante la autoridad.
Estudios señalan que en la mayoría de los casos el agresor está muy cerca del entorno del niñ@, por lo que debes insistirle a hablar y no temer de represalias.