¡Entiende a los hombres!
¿Te pierdes cuando escuchas hablar a un hombre?, ¿piensas que solo nosotras somos las retorcidas y raras? Te equivocas ellos también tienen lo suyo. No siempre hablan claro y a veces te hacen dudar con sus tergiversadas frases. ¿Qué significan realmente las palabras masculinas?
¿Te pierdes cuando escuchas hablar a un hombre?, ¿piensas que solo nosotras somos las retorcidas y raras? Te equivocas ellos también tienen lo suyo. No siempre hablan claro y a veces te hacen dudar con sus tergiversadas frases.
¿Qué significan realmente las palabras masculinas?
Traducción: No sé si te llamaré, me gustaría, pero si lo hago, tendríamos que salir de nuevo y no estoy seguro de que quiera.
Traducción: De momento no quiero nada más que lo que pase esta noche: sexo. Olvídate de las frases de amor y de los mimos, lo nuestro sólo es un rollo de una noche. Por supuesto, nada de compromisos y no tengo porqué llamarte mañana. ¡A no ser que me vuelvas loco!
Traducción: Yo me muero de hambre pero no me apetece nada cocinar. Estaría genial que fueses tú la que preparase algo mientras yo te apoyo desde el sofá… se está tan a gustito aquí y tú cocinas tan bien…
Traducción: Mira da igual, no creo que me vayas a entender ni a entrar en razón, eres cabezona y conflictiva, mejor me culpo yo de todo para no echar más leña al fuego y me alejo que es lo quiero. Las prefiero menos guerreras.
Traducción: Te adoro pero necesito vacaciones de ti. Esta noche sólo quiero estar con mis amigos, beberme unas cervezas y hablar de coches y de tías con ellos.
Traducción: Estoy harto de esperarte, eres una pesada, llevas mil años arreglándote y llegamos tarde como siempre. Nos vamos ya.
Traducción: Me ha encantado tu amiga, ¿dónde la tenías escondida y por qué no me la habías presentado antes? Tenemos que quedar con ella más veces.
Traducción: Esta historia ya no me da para más y quiero ponerle punto y final. Lo hemos pasado bien, ¿no? Pues ya está.
Traducción: Lo mejor es que pasemos de las palabras e intentemos solucionar el problema en la cama… para qué darle vueltas si podemos “darnos vueltas”.
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