Con el buen tiempo, lo de llevar zapatos sin calcetines pasa factura. Y es que la piel de nuestros pies está bastante sensible después de haber pasado los meses de frío cubierta y resguardada. Por eso es muy fácil que con cualquier zapato veraniego, sea nuevo o no, salgan rozaduras y el dé penita ver el pie. Aqui tienes algunos remedios, caseros y profesionales, que pueden ayudarte a prevenir su aparición y que pueden facilitarte el uso de esos zapatos sin sufrimiento alguno. ¡Mira!