Vestidos Goya
Penélope Cruz, fiel a su estilo, acudió a la gala con un vestido 'made in Penélope' o lo que es lo mismo, pronunciado escote, tirantes finos, ceñido a la cintura y con cola. La verdad es que el modelo, de Carolina Herrera, le favorece ya que saca lo mejor de la figura de Pe, pero nos hubiera gustado verla con algo más arriesgado o con unos colores más llamativos.El pelo recogido a la mitad y unos bonitos pendientes de brillantes completaban su 'look' para recoger el segundo Goya de su carrera.Aunque nos ha gustado, la madrileña no pasa del notable por esta vez.- El estilo de Pe, en fotos- Especial Premios Goya 2007
Muy elegante vimos a la cantante Bebe vestida por su amigo y admirador, el diseñador de Loewe José Enrique Oña Selfa. Se trataba de un vestido corto blanco y plateado con un original y favorecedor cuello.
La cantante y actriz tuvo la oportunidad de lucirlo al subir a recoger el Goya a la mejor canción por “Tiempo Pequeño” junto al compositor Lucio Godoy.
Aunque a la ex chica UPA hace tiempo que no la vemos en la pantalla grande, apareció así de deslumbrante en los Goya.Dafne optó una vez más por un sexy vestido del diseñador Hanibal Laguna de gasa y pedrería de color marfil, uno de los protagonistas de la noche junto con el negro.
Sin embargo, con este modelo aparenta más edad de la que tiene, y un recogido le hubiera favorecido más con un conjunto como el que llevaba…
Juvenil, sexy y pisando fuerte, así llegó a los Goya la actriz Elena Anaya. Desafiando a las bajas temperaturas, Elena encandiló con un mini vestido negro de Cavalli con detalles dorados, al estilo barroco, en el pronunciado escote.Para alcanzar el 10, echamos en falta algún complemento que la “vista” el conjunto, bien en forma de pendientes o de pulsera.
Pocas veces nos defrauda Leticia Dolera cuando de vestir se trata. Esta vez no ha sido menos y apareció con un dos piezas con los hombros al descubierto, un gran lazo en la cintura y falda de vuelo negra con detalles. Un moño alto y un maquillaje muy natural daban un aspecto muy elegante a la actriz catalana.
Arriesgó y ganó. María Valverde optó por un”look” baby doll y… ¡nos encató!. El diseñador Josep Font firmaba este acertado “vestido globo” de palabra de honor y color coral. María lo acompañó con unas tupidas medias claras y unos originales zapatos blancos con lazo a la altura de los tobillos.
La hermanísima elegió el negro y a Miguel Palacio para la noche del cine español. Mónica apareció tan bronceada como siempre y luciendo escote y melena, como siempre… Aunque puede lucir melena, con un semirecogido hubiera lucido más el vestido y su cara.
Penélope Cruz, fiel a su estilo, acudió a la gala con un vestido “made in Penélope” o lo que es lo mismo, pronunciado escote, tirantes finos, ceñido a la cintura y con cola. La verdad es que el modelo, de Carolina Herrera, le favorece ya que saca lo mejor de la figura de Pe, pero nos hubiera gustado verla con algo más arriesgado o con unos colores más llamativos.
El pelo recogido a la mitad y unos bonitos pendientes de brillantes completaban su “look” para recoger el segundo Goya de su carrera.
Aunque nos ha gustado, la madrileña no pasa del notable por esta vez.
Para ser la “primera vez” de Verónica Echegui, no defraudó en absoluto. La “Juani” de Bigas Luna no ganó el Goya a mejor actriz revelación pero causó sensación sobre la alfombra verde.
Un vestido negro de Miguel Palacio palabra de honor con una mini capa en tonos dorados y plateados sobre los hombros le daban el aspecto juvenil propio de su edad y toque muy sexy.
He aquí un claro ejemplo de cuándo un palabra de honor es una buena opción y cuándo no. El primer ejemplo lo representa la presidenta de la Academia, ?ngeles González Sinde con su acertado vestido de David Delfín (ya se lo vimos a Bima Bosé lucirlo en la pasada edición de Cibeles). Sin duda aires nuevos en la Academia en todos los sentidos…
A su lado vimos a la ministra de Cultura, Carmen Calvo, a quien alguien le tendría que haber dicho que no siempre se puede lucir un escote merecedor de un vestido palabra de honor. Bien es cierto que los guantes tampoco le hacían ningún favor pues parecía que le apretaban un poquito…
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