Miriam Ocariz no desfilaba en Cibeles desde septiembre de 2003. Su regreso ha sido bien saludado por su esmero a la hora de coser al detalle, con buenos patrones y originalidad.Destaca la utilización de un rosa fuerte, que es seda teñida para conseguir un efecto impactante, un color que utiliza para blusas y vestidos con chorreras -estratégicamente situadas, sin llegar a cansar- o pantalones anchos.Faldas ligeramente bullón, vestidos que se ajustan al cuerpo con el uso de crep elástico, y amplios volúmenes para la noche, teñida de negro.En los estampados, un guiño al cómic y unos simpáticos dibujos de peinetas.