La diseñadora bilbaína propone trajes de chaqueta reinventados a partir de las formas. Los pantalones bombacho y de montar, en lana o seda gruesa, dan al traje un toque entre riguroso y dinámico. Colores como el naranja, el amarillo, el celeste y el cardenal se mezclan y se superponen acentuando la vertiginosidad y otorgando a los modelos un "look" urbano.Los pantalones y las faldas de colores vivos y formas globo se combinan a veces con camisas confeccionadas en tejidos ligeros, como la gasa y la seda, y estampados suaves. En los vestidos, las ligeras líneas abullonadas se contrarrestan también con el carácter fluido de los tejidos, sugiriendo el cuerpo de la mujer. Cascadas de volantes y texturas que simulan cascadas de piedras se mezclan con telas brillantes.Ocariz apuesta por el mini vestido pero también por el traje-pantalón y por los vestidos vertiginosos que envuelven a las modelos hasta los pies. En cuanto a los colores, la vasca introduce los colores neutros, empolvados. Puntos de viscosa en color maquillaje con acabados satinados compiten con estampados de flores indefinidas en tonos lila y plata y con sobrios diseños en negro.Además, la diseñadora apuesta por las gabardinas, confeccionadas en algodón, gasa y gramajes en seda. Los tejidos brillantes en estas prendas, junto con los grandes botones y la variedad de largos, completan un "look" desenfadado y femenino para mujeres que pisan fuerte sin olvidar su delicadeza y su femineidad.