La madrileña Alma Aguilar viste una mujer romántica en la que dominan los vestidos, la mayoría negros y oscuros, que se ciñen a la cintura y dejan caer el vuelo, con remates de cintas bordadas que dan aspecto de enagua. Y la asturiana María Lafuente, afincada en León, sigue en la misma dirección, con el romanticismo pero también la bohemia como bandera.