Ajustados al cuerpo o de patrones amplios y desenfadados, el chaleco se ha convertido en la prenda comodín de esta temporada. Así, los podemos ver con la espalda al descubierto, en forma de top de tirantes, o con las solapas del frac.Y es que su capacidad para transformarse y ajustarse a cualquier situación del día o de la noche es realmente espectacular. Y lo mejor es que ajusta la cintura de una forma cómoda y grácil, erigiéndose como la alternativa más practica a la rigidez de otras prendas de contención como el corsé. ¿Modo de empleo? La formula de mayor éxito es llevarlo sin nada debajo, destacando los hombros y una piel dorada que ha conseguido brillo a base de relajantes días de playa.El tejido del chaleco es fundamental. La propia materia prima se encarga de marcar el paso, indicando sutilmente la manera más adecuada para utilizar esta pieza clave. Brioni, por ejemplo, diseña una prenda del mismo color que su pantalón, creando una sensación de falso peto, mientras que Hermès se decanta por chalecos de cuero en tonos naturales y corte wrap que ajustan los amplios volúmenes de sus camisas de cuadros.