Ofrecen todo un universo para el paladar y la vista y dan cabida a un mundo infinito de ingredientes. Además, lejos de su "mala imagen", pensar en pan no es pensar en kilos.Recuerda que 50 gramos de pan blanco (un panecillo) no superan las 125 calorías, mientras que una rebanada de pan molde tiene aproximadamente 60 calorías. Si lo compramos integral, no rebajaremos calorías, pero sí evitaremos los picos de azúcar que se producen después de comer, que favorecen el almacenamiento de grasa y los ataques de hambre entre comidas. Además, es fuente de proteínas, rico en vitamina B, fósforo, magnesio y potasio, y un buen complemento de fibra, especialmente las variedades integrales. Y a todas sus propiedades se le suma el placer de "hincarle el diente".Se preparan rápidamente, gustan a todo el mundo y se pueden dejar listos con antelación o, incluso, llevarlos en el bolso.Si sabes combinar bien el relleno, pueden sustituir perfectamente a una comida. Si los reservas para la noche, concédete el placer de degustarlos con una copa de vino rosado o blanco. Y recuerda que una copa al día es saludable, especialmente para las mujeres.