Países como Italia y Grecia se inclinan por introducción de billetes de un euro como medida teóricamente correctora de la inflación, pero el Consejo del Banco Central Europeo, compuesto por los gobernadores de los bancos nacionales de cada uno de los países de la UE, no parece inclinarse a favor de esta emisión.El criterio que maneja el BCE, hasta el momento, es que "tal vez sea demasiado pronto" para cambiar las denominaciones (formatos del dinero, billetes y monedas). La aparición física del euro como moneda única europea tuvo lugar el 1 de enero de 2002. Introducir ahora un nuevo billete todavía podría inducir a la gente a confusión.Debido a su trascendencia, el lanzamiento de nuevas denominaciones monetarias ha de ser estudiado cuidadosamente. El instituto monetario europeo es solamente responsable de la emisión y cantidad de los billetes, no de las monedas, en la zona euro. La normativa financiera determina que las monedas pertenecen al Tesoro de cada país; la Comisión Europea (CE) decide las denominaciones; el volumen se autoriza en el BCE y cada país acuña, autorizadamente, las monedas que va a necesitar.La CE decidió en su día no variar las denominaciones en cuatro años, es decir, hasta este año 2006, cuando dejará libertad a cada Estado para cambiar la cara nacional de las monedas, tal y como venía haciendo en España la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en cada nueva emisión.El valor del dineroLa conveniencia de emitir billetes de un euro demandada por los dirigentes políticos italianos, austriacos y griegos es compartida por algunos analistas que opinan que los ciudadanos europeos aún no han descubierto sus referencias sobre el valor del dinero y no han asociado a la nueva moneda los conceptos de caro y barato, lo que ha facilitado la elevación del gasto y de los precios. Para ellos, la emisión del billete generaría una contención por una cuestión perceptiva, ya que a lo largo de la historia del dinero se ha demostrado que las monedas se consideran de menos valor y que corren más.En España, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) propuso la creación de billetes de un euro, pero no tanto por la contención en el gasto sino por comodidad. Coincide con esta apreciación la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) que considera que para la mayoría pagar en euros "cunde menos", pero no porque cueste más o menos sacar del monedero un billete o pagar con una moneda, sino por lo mucho que los precios han subido.De la calderilla a los billetes grandesLa Comisión Europea indica que el número de monedas puestas en circulación por persona por término medio en la eurozona es de unas 130 monedas, lo que representa un valor medio de 40 euros per cápita. La moneda menos extendida es la de dos euros, que representa el 40% del valor total en circulación. Las dos acuñaciones bimetálicas, es decir, las de uno y dos euros, constituyen el 68% del valor de todas las monedas en circulación. Las de uno y dos céntimos alcanzan en volumen el 16,6% y el 17,4%, respectivamente, mientras que su valor sólo es el 1,1% y el 0,6% del total.En España, el importe de las monedas en circulación alcanza los 2.131 millones de euros. Las monedas más corrientes son las de pequeña valía, sobre todo las de uno y dos céntimos. Entre las de más valor, la más utilizada es la de 50 céntimos.Respecto a los billetes, el billete de 50 euros es el más frecuente en los bolsillos europeos. En casi toda la Unión éste es el billete que más suministran los cajeros automáticos, lo que demuestra que es el preferido por los usuarios de dinero en efectivo. El segundo billete más común es el de 20 euros, que supone cerca de la cuarta parte de todos los billetes.Hay también otras curiosidades relativas a los billetes y monedas que llevamos en la cartera en las que tal vez no hemos reparado y que es importante e interesante conocer para realizar cualquier transacción económica:- La normativa establece en cincuenta unidades el límite máximo de monedas que un particular está obligado a aceptar en un pago individual. Este tope no afecta a las cajas públicas, que están obligadas a aceptar monedas sin limitación. Para los billetes no hay límite alguno.- El artículo 7 del Código Civil recoge "que los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe, lo que debería suponer que los billetes de euro sean utilizados de acuerdo con el importe del servicio a pagar, pero en ningún caso podría rechazarse de antemano para el pago de una deuda el uso de determinadas denominaciones".- Mónaco, San Marino y El Vaticano también adoptaron el euro como unidad monetaria. Sus monedas, al igual que las de los países de la UE, son válidas en toda la zona del euro.- Se consideran ilícitas todas aquellas reproducciones que el público pueda confundir con billetes de euro auténticos.- Las entidades financieras y las casas de cambio de moneda están obligadas por ley a retirar de la circulación y entregar al Banco de España los billetes y monedas que hayan recibido y "cuya falsedad les conste o puedan suponer fundadamente". Si un ciudadano posee un billete sospechoso de falsedad, puede acudir a una entidad de crédito y consultar sobre su legitimidad o presentarlo en una sucursal del Banco de España.- La renovación del diseño de los billetes de euro se abordará cuando se prepare una nueva emisión, algo para lo que no existe todavía una fecha definida.- Los gobiernos nacionales podrán cambiar el diseño de las caras de sus monedas tras cumplirse los cuatro años desde su puesta en circulación, es decir, a partir de este año 2006.