El hogar, los asuntos pendientes, los hijos, los estudios, el dinero, etc., son de las cosas que nos agobian en el trabajo y no nos dejan estar tranquilas.
El estrés laboral puede ser definido como un proceso que se inicia ante un conjunto de demandas ambientales que recibe la persona, para las cuales no se encuentra preparada o posee recursos insuficientes de afrontamiento. Esta reacción de estrés incluye una serie de reacciones físicas y emocionales como respuesta, las más importantes son: la ansiedad, la ira y la depresión.
La solución para este mal es atacar directamente los síntomas. Las principales recomendaciones son establecer un período mínimo de 15 días de descanso real (sin contacto con el trabajo), mejorar la alimentación y dormir las horas necesarias.
La idea es hacer modificaciones en la forma de vida de la persona, dándole orientaciones que le permitan reorganizar su actividad cotidiana de una forma más sana, a través de un desarrollo equilibrado de los diferentes ámbitos en los que estemos (Laborales, emocionales o psicológicos).