Un aumento notable en la cifra de casos de cáncer de tiroides ha sido resultado de diagnósticos y tratamientos exagerados de tumores demasiado pequeños como para ser dañinos, según un estudio que halló que los casos casi se triplicaron desde 1975.
El estudio constituye el más reciente cuestionamiento al punto de vista de que todas las manifestaciones de cáncer requieren un tratamiento enérgico. Otra investigación sugirió que determinados casos de cáncer de próstata, senos y pulmones, al igual que el de la tiroides, crecen tan lento que nunca serán mortíferos, y que las revisiones excesivamente rigurosas derivan en tratamientos excesivos.
La tiroides es una glándula en el cuello que segrega hormonas que contribuyen a regular el metabolismo. El tratamiento de cáncer de tiroides suele incluir una operación quirúrgica para remover la glándula, seguida del consumo diario de por vida de hormonas en píldoras.
La remoción de la tiroides se efectúa en el 85% de todos los casos diagnosticados, pese a las normas que indican que una cirugía menos agresiva es razonable para los tumores de tiroides de bajo riesgo, dijeron los autores del estudio.
“Nuestra vieja estrategia de examinar lo más minuciosamente posible para detectar cáncer tiene algunos efectos secundarios”, afirmó el doctor Gilbert Welch, coautor del estudio y profesor de medicina en el Instituto Darmouth para Políticas de Salud y Práctica Clínica.
Welch dijo que los pacientes “no pueden seguir suponiendo” que un diagnóstico de cáncer implica necesariamente un tratamiento.
Welch y una colega de Darmouth, la doctora Louise Davies, analizaron datos del gobierno de 1975 al 2000 y hallaron que los casos de cáncer de tiroides treparon de cinco por cada 100.000 personas a 14. La mayoría de ese aumento se debió al cáncer tiroideo papilar, el más común y menos mortífero; esos casos subieron de 3 por cada 100.000 individuos a más de 12.
Los resultados sugieren que hay “una epidemia en curso de cáncer de tiroides” a nivel nacional, afirmaron.
El estudio fue publicado en línea el jueves en JAMA Otolaryngology.