Gracias a sus millones de bacterias vivas, el yogurt es una rica fuente de vitamina B que nos ayuda a lucha contra enfermedades e infecciones del sistema digestivo y aunque proviene de la fermentación de la leche (puede sonar feo) la verdad es que su sabor lo hace único.
A continuación, hablaremos sobre los beneficios que nos trae el consumir este alimento (comprobado científicamente) para que te decidas a incorporarlo en tu dieta.
Ayuda a la microflora intestinal: Los probióticos que se encuentran de manera natural el yogurt tienen la capacidad de equilibrar bacterias que pueden ser dañinas, las cuales pueden ser causadas por medicamentos, alcohol, mala alimentación e incluso el estrés.
Calma los dolores de gastritis: Gracias a sus lactobacilos se protege a la mucosa gástrica de ulceras estomacales causadas por este padecimiento.
Disminuye el colesterol y riesgo de padecer diabetes: De acuerdo con American Heart Association, quienes consumen al menos dos dosis de este alimento contribuye a disminuir la presencia de grasa en la sangre.
Mientras que si consumes una taza diaria de yogurt, los riesgos de padecer diabetes tipo 2 redicen en un 18%, de acuerdo con un estudio desarrollado en Harvard.
Lleno de vitaminas: Aporta calcio, potasio, yodo, riboflavina, zinc y fósforo, además de vitamina B5 y B2, que ayudan al sistema nervioso.
Excelente tratamiento de belleza: El ácido láctico que posee el yogurt ayuda para exfoliar la piel, aclarar mancas y disminuir las arrugas.