Sustituye la leche con las siguientes bebidas vegetales

Actualmente un gran porcentaje de la población padece intolerancia a la lactosa y debe buscar sustitutos para no desbalancear sus alimentos. Sin embargo, aunque a todos nos cueste trabajo entender, no existe un producto que sustituya totalmente a la leche de vaca, pero sí hay diferentes opciones y tú puedes buscar la que más te convenga y guste.

Si te encuentras en esa búsqueda, te podemos ayudar a elegir entre alguna de las siguientes opciones:

Leche de soya

Esta bebida además de ser la más popular, es la que aporta mayor valor nutrimental de todas. Posee una buena cantidad de proteínas vegetales, y su contenido de fitoestrógenos ayuda a prevenir los síntomas de la menopausia.

Leche de coco

Esta leche es muy baja en proteínas (aporta tan sólo un gramo por taza), y muy alta en grasas saturadas (5 gramos por taza).

Leche de arroz

Es muy baja en grasas pero también en proteínas, además contiene el doble de carbohidratos que la leche de vaca.

Leche de almendras

Esta leche está libre de grasas saturadas, y aporta vitamina E, pero su aporte de proteínas es bajo.

Leche de avena

El aporte de proteínas de esta leche es de los más altos (4 gramos por taza), pero también lo es su aporte de carbohidratos (24 gramos por taza, o sea el doble de la leche de vaca). Además en rica en fibra soluble.

¿Realmente soy intolerante a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa se manifiesta con síntomas digestivos como dolor abdominal, hinchazón, gases, o diarrea. Si tú presentas alguno o varios de los síntomas anteriores después de tomar un producto lácteo, no descartes la posibilidad y acude a tu médico para que lo confirme.

¿Cómo debo cuidarme si soy intolerante a la lactosa?

Antes de echar a tu carrito de súper todo lo que se te antoja, debes revisar los alimentos que contengan lactosa, y esto lo logras revisando las etiquetas. Algo muy importante es que acudas al nutriólogo para que te diseñe una dieta con productos que le van a aportar a tu cuerpo los nutrientes y proteínas que la leche te estaba dando. Algunas alternativas son pescado, verduras y frutos secos.

De igual forma debes tener cuidado con los medicamentos, ya que aunque no lo creas, muchos de ellos contienen lactosa entre sus ingredientes.