Si te encanta lucir piernas con unos taconazos de vértigo, o son de uso obligado por trabajo, y sabes que quizás calzártelos a diario te vayan a pasar factura aquí te damos unos consejos para que tu “vicio” sea mucho más placentero.
Cuando llegues a casa tras un día agotador de mucho andar con tus zapatos de tacón preferidos lo mejor es elevar las piernas hacia el techo, relájate, túmbate en tu cama o en el suelo, estira las piernas y dobla las rodilla solo un poco, haz 3 series de 15 a 30 repeticiones con cada pierna, con esto trabajarás la parte externa de tus glúteos.
Flexiona las piernas, haz el gesto de sentarte en el suelo, pero sin llegar a hacerlo, con 3 series de 15 repeticiones fortalecerás los muslos y los abductores,
Estira tus abductores: cruza una pierna por delante de la otra que estará completamente estirada y gira levemente y sin movimientos bruscos tu cuerpo. Haz las mismas repeticiones que en el ejercicio anterior.
Toca tus pies: Sentada con las piernas estiradas intenta tocar los pies con los brazos, si no lo consigues, siempre puedes ayudarte con una toalla o una manta para elevar los glúteos del suelo. Este estiramiento te vendrá bien para las piernas y los gemelos.
No te preocupes si estos ejercicios te cuesta mucho trabajo, lo importante es que te relajes, que respires y que comiences los ejercicios para que el uso de tus tacones preferidos no se convierta en una tortura.
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