Es cierto que los frutos secos contienen muchas calorías, pero al consumirlos con moderación pueden formar parte de una dieta sin tener que aumentar de peso.
El truco es comerlos de vez en cuando para utilizarlos como sustitutos de las proteínas animales, como las carnes.
Los frutos secos tienen un alto contenido proteico (15 a 30 %), las cuales tienen un alto valor biológico como el de las nueces.
Contienen una proporción elevada de grasa (45 a 60 %): Monoinsaturada y poliinsaturada (las buenas), y al ser de origen vegetal no contienen colesterol.
Los frutos secos también son una buena fuente de antioxidantes y de minerales. En su estado natural no contienen sal y esto los hace muy interesantes, la sal se les añade en el proceso de industrialización, estropeando esta cualidad, por lo que los frutos secos se deben consumir al natural.