Si te sientes agotada, sin fuerzas y aprovechas cualquier momento para cerrar los ojos y echar una cabezadita, es probable que por la noche no descanses correctamente. La falta de sueño o dormir en malas condiciones, además de causar sensación de agotamiento y reducir la capacidad de concentración, merma de forma considerable nuestro rendimiento. Y no sólo eso, a la larga también afecta directamente nuestra salud, ya que dormir menos de ocho horas aumenta las posibilidades de que suframos trastornos metabólicos, diabetes y accidentes cardiovasculares.Dormir poco o hacerlo mal, además de provocar una sensación de malestar general durante toda la jornada, favorece la aparición de trastornos como irritabilidad, dificultad de concentración, alteraciones del carácter, problemas de insomnio e, incluso, depresión.Problemas asociados. La falta de descanso también puede verse reflejada en la báscula. De hecho, un estudio de la Universidad de Chicago (EE.UU.) revela que la privación de sueño altera a la baja los niveles de leptina, una hormona que regula el hambre y el apetito, lo que provoca más predisposición a comer en exceso y a sufrir sobrepeso. Por el contrario, dormir a pierna suelta, además de un auténtico placer, es un efectivo fármaco natural que nos ayuda a mantener nuestra salud en perfecto estado. Y poco importa si lo conseguimos contando ovejitas, leyendo un libro o tras un baño relajante.