Los beneficios y el poder de la menta en nuestro cuerpo
Las hojas de menta secas, incluso se han encontrado en varias pirámides de carbón de Egipto que datan a los años 1,000 A.C.
Lejos de ser un simple saborizante de golosinas, los efectos terapéuticos de las hojas de la menta fresca y el aceite esencial de menta se han conocido desde la antigüedad, y su aroma aromático se ha convertido en un símbolo de hospitalidad en muchas culturas.
Adecuado para una gran cantidad de usos orales y tópicos por sus propiedades antimicrobianas, el aceite esencial de menta podría ser el aceite más versátil del mundo, junto con el aceite de lavanda. Realmente, hay muy pocos problemas del cuerpo y de la mente a los que este aceite no puede ayudar.
No sólo es la menta una de las hierbas más antiguas de Europa que se han utilizado con fines medicinales, otros relatos históricos datan su uso a la antigua medicina tradicional china y japonesa.
También se menciona en la mitología griega cuando la ninfa Mentha fue transformada en hierba por Plutón que se había enamorado de ella y quería que la gente pudiese apreciarla durante años.
Los beneficios para la salud del aceite esencial de menta, así como los muchos usos del aceite de menta se han documentado hasta 1.000 años antes de Cristo y se han encontrado en varias pirámides de Egipto.
Al seleccionar la menta para su propio uso, las hojas frescas tienen un sabor superior a las hojas secas (como para su uso en el té). Busque hojas frescas de color verde sin manchas oscuras o amarillentas. Además de usar las hojas de menta frescas en el té, las puede añadir a las sopas, ensaladas de frutas o al gazpacho.
El aceite esencial de menta también está ampliamente disponible, ya que el extracto de menta se encuentra en forma de suplemento.
El aceite esencial es ideal para los masajes musculares y en el pecho, dolor de cabeza, cuidado dental y aromaterapia. Incluso puede agregarlas a sus productos de limpieza caseros para un impulso antimicrobiano adicional y fragancia natural.