La piel de los más pequeños en nada se parece a la de los adultos, pues es más propensa a sufrir irritaciones, erupciones o picores. Aun así, hay algo que sí tienen en común las pieles de ambas franjas de edad: necesitan una visita al médico para solucionar los posibles problemas que puedan tener.Entre las enfermedades más comunes que un niño puede padecer en su piel encontramos la dermatitis de pañal, la pediculosis capitis o piojos, la dermatitis atópica o las verrugas.La dermatitis del pañal hace que la piel que permanece tapada por el pañal esté roja y ligeramente inflamada, por lo que el bebé se muestra inquieto y llora sin razón aparente. Ésta se desarrolla cuando los niños empiezan a comer sólidos, coincidiendo con los brotes de dentición o con episodios de diarrea. Para prevenirla hay que intentar que la zona permanezca lo más limpia y seca posible, aunque si el problema ya ha aparecido conviene lavar la zona en cada cambio de pañal utilizando agua templada escurrida sobre la piel con ayuda de una esponja. Hay que emplear jabón de avena, aclarar a conciencia y dejar secar al aire.Con una pediculosis capitis (piojos) el menor se rasca la cabeza a menudo, sobre todo la nuca y detrás de las orejas y, en ocasiones, los ganglios linfáticos de la parte posterior del cuello aparecen inflamados. La solución para los menores de dos años pasa por utilizar la liendrera y la dimeticona, una silicona que al secarse sobre el cabello asfixia a los piojos; y para los mayores de esa edad se amplía la gama de pediculicidas (insecticidas de uso externo) que se puede aplicar.La dermatitis atópica produce lesiones enrojecidas y secas en la piel así como picor e irritabilidad constante. Este trastorno también se puede revelar a través de otras patologías como el asma, la rinoconjuntivitis o las alergias alimentarias. En caso de brote severo hay que seguir una serie de pautas: duchar al niño una vez cada dos días sólo con agua templada y un jabón especial para pieles atópicas; secar mediante toques; con la piel todavía húmeda, aplicar las cremas con corticoides en las zonas con dermatitis y las hidratantes en el resto; vestirle con prendas de algodón y no utilizar suavizante en la colada.Por último, las verrugas causadas por el virus del papiloma humano desaparecen de forma espontánea, pero se pueden destruir con crioterapia o productos químicos descamantes. Prevenir su contagio es difícil, pero puedes ayudar a que no aparezcan en la planta del pie, procurando que el niño no ande descalzo en casa o en la piscina.