El experto endocrinólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Miguel Escalante Pulido, recomendó evitar el consumo excesivo de refrescos y de bebidas carbonatadas para evitar riesgos en la salud.
El médico, quien encabeza el servicio de Endocrinología y Unidad Metabólica en el Hospital de Especialidades del Instituto en el estado, explicó que dichas bebidas inhibe a tener una adecuada absorción de calcio y en consecuencia la probabilidad de desarrollar osteoporosis a edades tempranas se incrementa.
Dijo que la absorción de calcio más importante se da durante las tres primeras décadas de la vida, por lo cual a lo largo de ese tiempo es fundamental la ingesta principalmente de lácteos para contar con el aporte suficiente de dicho mineral y llegar a edades adultas con huesos fuertes y menor propensión fracturas.
Señaló que el alto consumo de bebidas carbonatadas se ha traducido en carencias serias de nutrientes básicos para un adecuado desarrollo óseo, como la vitamina D y el calcio cuyo déficit no solo altera el crecimiento de los niños, sino que al llegar a la edad adulta, los hace más propensos a fracturas aún sin que exista algún golpe de por medio.
Destacó que las fuentes naturales de calcio se encuentran sobre todo en la leche y sus derivados, en tanto que la vitamina D se obtiene de pescados y huevos, además de lácteos, sin olvidar que la exposición al sol por tiempos limitados posibilita una más adecuada absorción de dicha vitamina.
Indicó que la carencia de dichos nutrientes pasa inadvertida para la mayoría de la gente y es hasta edades avanzadas en que empieza a sufrir las consecuencias, en que se hace evidente, de ahí en insistir sobre la trascendencia de procurar desde la infancia, un adecuado aporte de calcio.
Resaltó que aunque las fuentes naturales como las ya citadas son la mejor opción para la obtención de calcio, los suplementos con vitamina D resultan también una buena opción.
Comentó que quien desee tener adecuadas reservas de calcio que mejoren su calidad de vida durante la edad adulta, además de reducir el consumo de refrescos, debe igualmente evitar el consumo excesivo de sal y de café y, en contraparte, es fundamental la práctica diaria de ejercicio y exponerse al sol en forma limitada.