¿Quién no tiene estrés en estos días?
Hay días en que la cafeína te salva: tienes sueño, pereza y tu entusiasmo se tomó el día. El trabajo puede ser agobiante, pendientes, reuniones, metas de equipo, la ausencia de tus colegas, que falle el wifi…en resumen, que los mismísimo astros se hayan alineado en tu contra. Cuando menos lo esperas estás a punto de estrangular a alguno de tus subalternos. ¡Alto!
Existen muchísimas prácticas, pero podríamos iniciar por tres sencillas estrategias para equilibrar los días en la oficina.
Respira.- Suena tonto, lo hacemos por naturaleza pero tomar consciencia de nuestra respiración, la cadencia y repeticiones es importante para relajarnos. Solo percátate de tu respiración periódicamente, nótala sin cambiarla, sintiendo como el aire entra y sale de tu cuerpo.
Toma un espacio a solas y en un espacio lo más tranquilo posible, intenta inhalar todo el aire que te sea posible, retenlo por cuatro segundos y luego exhala por la boca de manera pausada, repite las veces necesarias.
Distribuye, delega y prioriza.- Busca una correcta gestión de tu tiempo. Consigue una agenda, un planner, una app, lo que sea que te ayude a poner en perspectiva todas tus responsabilidades, tareas. Organiza, delega, no eres un pulpo.
Prioriza de lo urgente a lo que puedes programar para otro momento. Es muy difícil prestar atención a lo que estás haciendo si no has priorizando previamente y has gestionado bien el tiempo que vas a dedicar a cada actividad.
Para.- cuando te invada la angustia o la ansiedad, detente, quédate de pie y comienza a desmenuzar esos pensamientos que te saturan, reconoce cada na de esas ideas… y dite a ti misma: “Aquí y Ahora… una por una”, respira y retoma tus actividades. Ten claro que el multi task es una máquina, los humanos perdemos salud al querer hacer todo al mismo tiempo
Date tu espacio, relájate, las tareas ahí van a a seguir, la conclusión de esa montaña de deberes dependerá de tu actitud y disposición.
Estrés laboral…¡No, gracias! Es mejor darnos nuestro tiempo para seguir saludables, ¿no crees?