¿Qué es?
Se trata de una la elevación de la temperatura corporal por encima de los valores considerados normales. Hay fiebre cuando la temperatura en la axila es superior a 38º C o medio grado más si se mide en el recto. Cuando la temperatura oscila entre 37,5º y 38º C hablamos de febrícula. Por encima de los 41º C sugiere un proceso grave y es necesaria una consulta médica inmediata.¿Dónde debe tomarse la temperatura?
Hay que tener en cuenta que la temperatura corporal varía según el lugar del cuerpo donde se ponga el termómetro. Aún así, como criterio general en los adultos, es preferible colocarlo en la axila y evitar realizar movimientos mientras se efectúa la medición. En los lactantes (menores de un año) y en los niños pequeños, el lugar de registro de temperatura más fiable es el recto.¿Qué síntomas la acompañan? Enrojecimiento, sudor, escalofríos, dolores musculares, o de cabeza… Pero para la doctora Marisa Valiente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), lo más importante es conocer el motivo que la produce: "Cuando la fiebre es el único dato anormal con el que se manifiesta una enfermedad se conoce como fiebre no focalizada, lo que requiere una vigilancia constante".¿Qué la provoca?
Las causas de la aparición de este síntoma pueden ser muy numerosas. La mayoría de las veces se trata de infecciones víricas, autolimitadas en el tiempo. El resto, suelen ser enfermedades infecciosas habituales y de fácil diagnóstico, como neumonía, infección de orina o gastroenteritis. Es menos frecuente que se deba a enfermedades no infecciosas, como tumores, enfermedades inmunológicas, enfermedades inflamatorias, algunos fármacos?¿Qué fármacos se pueden utilizar?
Puedes tomar un antitérmico. Los más utilizados son el paracetamol (500-1000 mg cada seis u ocho horas) y el ibuprofeno (600 mg cada ocho horas). La doctora Valiente advierte que no es recomendable usar el ácido acetilsalicílico en los menores de 16 años porque su uso se asocia al síndrome de Reye, que se produce raramente, pero puede ser muy grave.¿Cuándo debes acudir al médico?
Si la fiebre dura más de 72 horas sin causa conocida o si tienes alguna enfermedad crónica que favorezca las infecciones. Para realizar una historia clínica, el médico te preguntará por los síntomas, si hay casos similares en el entorno, si tienes contacto con animales, si has viajado o has estado ingresada recientemente, si has tomado algún fármaco nuevo o si te has sometido a alguna prueba en semanas previas.¿Qué termómetro utilizar?
Los de mercurio son los más precisos, pero el Parlamento Europeo ha aprobado una directiva que los prohíbe y que se aplicará en los próximos 18 meses. Como alternativa están los digitales. Son seguros y permiten medir la fiebre en apenas un minuto. Otra opción son los de oído que también son rápidos, pero menos fiables. Los frontales captan el calor a través de un sensor infrarrojo. Lo peor: son caros y las condiciones ambientales pueden distorsionar la medición.Lo que no debes hacer
Nunca debes tomar fármacos que contengan antibióticos sin que lo indique un médico. Si el especialista te los ha recetado, debes usarlos durante el tiempo que los haya prescrito y en los horarios indicados, aunque al cabo de dos o tres días te encuentres mejor. Si abandonas el tratamiento antes de tiempo, la infección puede reactivarse y causar un cuadro clínico aún más grave.¿Cómo se trata?
Si crees que tienes fiebre, lo primero que debes hacer es tomarte la temperatura. Si se confirma el aumento de temperatura, es muy alto, tienes mal aspecto general, somnolencia o dificultad para respirar, debes efectuar una consulta médica de urgencia. Si, pese a la fiebre, tu estado general es bueno puedes tomar una serie de medidas como beber mucha agua o evitar abrigarte en exceso. Debes vigilar tu temperatura y estar atenta a cómo evolucionan los síntomas.
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