La lencería que utilices esa noche hablará mucho de cómo eres.
La tonalidad es un elemento fundamental a la hora de seducir y describe tu personalidad como nada. Ten cuidado ya que los hombres no son tontos y el color delata tus intenciones.
Negro, sensual y misterioso. Es un color que estiliza y ayuda a disimular esas imperfecciones que a veces nos molestan. Pero, además, denota la elegancia natural de quien lo viste y, si lo sumamos al encaje y las puntillas, tiene un efecto erótico inigualable en ellos. Es la elección ideal para una noche de amor. ¿El resultado? Te vas a ver como una verdadera diosa del sexo.
Blanco, sencillez y dulzura. Suele ser el favorito de las mujeres clásicas y discretas, y no es el indicado a la hora de seducir. Funciona si lo que quieres es encantar dando una imagen de inocencia e ingenuidad.
Rojo, pura pasión. Es perfecto para las mujeres activas, atrevidas y que se llevan el mundo por delante. Así como el negro aporta un toque de misterio, este inspira erotismo absoluto. Ardiente y fogoso, un conjunto rojo destila energía, fuerza y lujuria. ¡Perfecto para elevar la temperatura y enloquecer a tu hombre!
Natural, aburrido y nada sexy. Es el tono favorito de las mujeres prácticas, pero resulta poco excitante. ¡Ni se te ocurra usarlo para seducirlo! Vas a conseguir el efecto contrario.
Rosa, romanticismo pleno. Las que eligen lencería de este color suelen ser mujeres muy sensuales. Románticas, pero picantes a la vez. Usan este tono para dar una imagen infantil y juguetona en la cama. Toda una estrategia de seducción con un encanto particular.
Azul, tranquilidad natural. Es la tonalidad favorita de las mujeres relajadas y seguras de sí mismas. Es la opción perfecta para tomar la iniciativa en una noche de caricias, abrazos y ternura.
Amarillo, felicidad total. No es un tono típico para la ropa interior, pero es el elegido por mujeres alegres, modernas y libres. En verano es perfecto para resaltar el bronceado.
Verde, independencia y naturalidad. Tampoco es un color habitual en la lencería, pero es el favorito de las más osadas e independientes. Lo lucen con mucha seguridad.
Gris, triste y apagado. Es el elegido por las mujeres que adoran pasar desapercibidas. Es un tono apagado que revela cierta tristeza y mucha quietud. Para una velada inolvidable ¡No lo uses!