Según los investigadores de la Universidad de Pisa, en Italia, las personas tienen más probabilidades de bostezar en reacción al bostezo de un familiar cercano que al de un amigo o un desconocido, según los resultados de un estudio que publica la revista PLoS One.El acto de bostezar siempre se ha considerado como contagioso ya que cuando en un grupo alguien bosteza, hay personas de su alrededor que hacen lo mismo de forma involuntaria. Además, hay teorías que señalan que podía estar vinculado a la empatía entre la gente, algo que quedó reforzado con un estudio previo con niños con autismo, que tienden a ser menos capaces de tener empatía con otros niños, que demostró que eran menos propensos a hacerlos.A partir de esto, los investigadores de la Universidad de Pisa investigaron a 109 hombres y mujeres de diferentes nacionalidades en sus actividades diarias y tomaron un registro de las veces en que se produjeron bostezos contagiosos.Asimismo, el estudio demostró que era más probable que ocurrieran entre miembros de la misma familia, un poco menos entre amigos e incluso menos entre conocidos y extraños. Además, el tiempo entre el bostezo y la respuesta fue mayor entre conocidos y extraños, lo que "demuestra que el contagio de bostezos es ante todo generado por la cercanía emocional entre individuos ", indicaron los investigadores.