Una ruptura puede ser el primer paso para salir de un error y comenzar una historia nueva sin los fracasos del pasado.Una ruptura puede ser el primer paso para salir de un error y comenzar una historia nueva sin los fracasos del pasado.Cuando el amor se acaba, pensamos con frecuencia que nunca más podremos amar ni ser amados. La relación amorosa se rompe cuando el placer que proporcionaba se convierte en sufrimiento que inflige heridas emocionales. Conviene curarlas antes de comenzar una nueva relación.Si somos capaces de hacerlo, nos daremos una segunda oportunidad y tendremos éxito en el empeño, porque tenemos más experiencia, somos más sabias y construiremos el nuevo vínculo amoroso evitando aquello que funcionó mal en la relación anterior.Para conseguirlo, conviene realizar un trabajo psicológico, pues, si no elaboramos las dificultades que nos han llevado al fracaso, es probable que repitamos los errores de la relación anterior. Mucha gente cambia de pareja, pero no sus patrones de actuación con ella.COMENZAR A QUERERInés piensa sobre el paso que va a dar: ha decidido irse a vivir con Carlos después de estar sola durante tres años y de haber resuelto, en parte, las dificultades psicológicas por las que atravesó tras su divorcio de Enrique.Inés reflexiona: "Tuve una relación que, en principio, sólo me dañó, pero gracias a ella aprendí mucho de mí misma. Sólo cuando conseguí dejar de sentirme víctima, pude comenzar a querer, porque dejé también de tener miedo, pues me sentía libre. Sólo cuando dejé de ser dependiente de las ataduras internas de las que no era consciente, pude aceptar que dependo de la persona que amo porque la quiero"."Si hace años -continúa Inés- me hubieran dicho que aquel amor apasionado con el que empezó mi matrimonio iba a acabar en tal desastre, no lo hubiera creído y tampoco que, después de esa experiencia, quisiera volver a vivir en pareja. Pero ahora no me asusta asumir el riesgo de volver a querer a alguien porque también sé quererme a mí misma de forma diferente".BENEFICIOS DE UNA RUPTURAInés había acudido a una psicoterapia después de su separación, que la había dejado hundida en una depresión. En el tratamiento descubrió que en su matrimonio había repetido la mala relación afectiva que tenía con su madre. Su marido, que en apariencia era cariñoso, tenía manifestaciones despóticas que a ella la dejaban paralizada.Inés recordó en el tratamiento que, en su infancia, su madre bebía a escondidas. El alcoholismo materno siempre fue negado por la familia y así creció Inés, tratando, como todos, de ocultarlo. Pero la ambivalencia y la rabia que sentía hacia ella la condujeron a elegir una pareja que también se descontrolaba con frecuencia.Cuando Inés pudo reconocer los trastornos que su madre le producía, también pudo liberarse de lo que la hacía estar atada a ella. Siempre había pensado que era su madre la dependiente hasta que descubrió que ella también lo era de un modo de relación en el que el otro la necesitaba para descargar sobre ella su rabia.Después de aceptar sus miedos, se hizo más fuerte y pudo abrirse a un nuevo amor. Cuando pudo perdonar a su madre, dejó de considerar a su marido un mal tipo y lo vio como un pobre infeliz que no sabía enfrentarse a sus problemas.El deseo de amar y ser amados es inherente a nuestra condición humana. Es importante saber que una ruptura puede ser el primer paso para salir de un error. Siempre podemos tener una segunda oportunidad, pero para ello tenemos que ser generosos con nosotros mismos, preguntarnos qué nos pasa y evaluar nuestra participación en el fracaso vivido.Así, nos concederemos también la posibilidad de cambiar. Cuando la persona se da permiso para sentir todo lo que un desengaño le ha creado (rabia, dolor, desamparo, tristeza) y remueve en su pasado para entender lo ocurrido, está preparando el camino para despedirse de su pareja y volver a tener una relación amorosa. Cuando la animadversión desaparece queda más energía disponible para volver a amar.LAS CLAVESCuando removemos el pasado para entender lo ocurrido, estamos allanando el camino de una nueva relación.Para que la segunda oportunidad en el amor funcione, sobre todo si la primera relación ha sido muy conflictiva, conviene revisar lo que los psicoanalistas Janine Puget e Isidoro Berenstein llaman el "zócalo inconsciente": una estructura de personalidad profunda que regula los modos de interacción con el otro y depende de las elecciones e identificaciones que hayamos hecho en la primera infancia.Algunas actitudes muy importantes para conseguir un nuevo amor son:Dejar de culpar al otro, pues mientras se tiene puesta la mirada en lo que hizo o dijo, uno evita preguntarse por qué se eligió una pareja con tales características. Forma parte de tu vida, seguramente lo elegiste desde tu lado más patológico, pero mientras no se entienda el por qué de esa elección tampoco se podrá cambiar el modo de selección amorosa. Culpabilizarlo de la ruptura sólo muestra la enorme dependencia que se tiene de él.Dejar de colocarse en el lugar de víctima. Cultivar este papel sólo sirve para no cambiar el vínculo amoroso. Es una forma de autocastigo y una manera de ocultar los deseos propios, pues la posición que se sostiene es la de ser objeto de lo que el otro nos ha hecho y no sujeto de lo que queremos.