Una función muy importante de los padres es hablar del sexo con sus hijos. A pesar de que a muchos les cueste, deben intentarlo. Puede que hasta les resulte incómodo. Al fin y al cabo, es algo natural y hay que hablar de estos temas con sin temor y con sentido del humor.La mayoría de los adolescentes piensan que están bien informados, pero la realidad es que cada año muchas de ellas se quedan embarazadas y otros tantos se contagian enfermedades transmitidas sexualmente.En definitiva, los niños necesitan información y unos padres que les guíen a la hora de tomar decisiones. Para ello, debemos responder a las curiosidades que el niño tiene, contestando únicamente a sus preguntas. Conforme pasen los años las dudas incrementarán y con ello la ansiedad de saber todo más detallado.Hay que utilizar palabras que se entiendan y que logren que el niño se sienta cómodo. Para así, lograr una comunicación abierta, sincera y poco a poco ganar su confianza. Puede servir de ayuda hablar con los pediatras, médicos o cualquier profesional de la salud. También los libros ayudan en el entendimiento y la comunicación.