Impotencia a los 20 añosCuando un veinteañero "no puede en ese momento", vive la situación con enormes dosis de ansiedad, señala el doctor Pedro La Calle, profesor de Sexología de la Universidad de Almería y Director del Centro Galena Salud de Madrid. "Y es que se exige que el hombre joven responda con una erección automática (¡y prolongada a voluntad!) en cada contacto sexual. De esta forma de pensar nacen muchos fallos de erección (más conocidos como "gatillazos").Si tuvieran una buena educación sexual -y si desarrollaran mecanismos de comunicación con la pareja- no pensarían que tienen que ir directamente al coito y vivirían su vida sexual de forma más relajada y placentera, sin las limitaciones de lo que se conoce como "ansiedad anticipatoria".Como el doctor La Calle, todos los expertos señalan que el error más común de los jóvenes es ignorar que la erección puede malograrse por cualquier motivo: "El problema es que, por su falta de experiencia, los jóvenes se asustan ante un "gatillazo" ocasional, creyendo que es el principio del fin", señala. "Esa ansiedad es funesta, porque puede instalar un círculo vicioso capaz de hacer cada vez más probables esos episodios de disfunción eréctil. Y no sólo eso: ante el temor a otro "gatillazo", algunos hombres descartan las relaciones sexuales".La realidad es que pocos fallos de erección en los jóvenes esconden problemas físicos. Cuando existen, son generalmente problemas vasculares y hormonales congénitos que, a los 20 años, dan síntomas ocasionales. Para descartarlos -y tratarlos si fuera necesario-, cualquier joven que haya tenido episodios de disfunción eréctil debe acudir al especialista (sexólogo, andrólogo o urólogo).¿QUÉ PUEDES HACER TÚ?Las mujeres suelen tener más claro que el sexo no es sólo penetración y no suelen ser las que más demandan el coito. Pero si hay problemas, muchas creen que no atraen a su pareja y se culpabilizan. Los episodios de disfunción sexual deberían animar a la pareja a relajarse y a disfrutar sin ansiedad.A los 40 añosA un hombre de 40 años puede ocurrirle lo mismo que a uno de 20: que algunos intentos de penetración frustrados pueden generarle temor ante la idea de no poder cumplir la siguiente vez. A mi consulta acuden con frecuencia varones que, en ciertas situaciones, no consiguen la erección suficiente, pero que se exigen tenerla, explica el doctor La Calle. Una conducta sexual estereotipada, problemas de pareja, estrés laboral, dificultades económicas, problemas con la propia imagen, necesitad de mayor intimidad… están entre las causas más frecuentes de disfunción en hombres que ya han llegado a la madurez, explica el médico.Junto a esa lista de problemas, a esta edad empiezan a hacerse notar los factores de estilo de vida, como tabaquismo, falta de ejercicio, obesidad, abuso del alcohol, drogadicción, dieta malsana… que, a su vez, inciden en trastornos fisiológicos diabetes, problemas cardiovasculares, hipertensión arterial, problemas renales y hepáticos… capaces de provocar disfunción eréctil. En esos casos, y además del tratamiento de cada enfermedad concreta, existen diversos fármacos específicos para este problema que el médico recetará si lo considera oportuno.Cuando un hombre de esa edad comienza a notar retrasos en la respuesta sexual por ejemplo, las erecciones son menos automáticas tiende a pensar que la decadencia está próxima, aclara el dr. La Calle. A menudo, estos episodios suelen coincidir con la adolescencia de los hijos y con desajustes y conflictos que surgen en el seno de la pareja. Lo que esa situación revela es que hay una gran necesidad de renovar esa relación (a menudo con ayuda de un terapeuta) y de vivir el erotismo de una manera diferente.De hecho, frente a una relación que no funciona o una situación vital desilusionante, algunos hombres manifiestan su malestar perdiendo el deseo y la potencia sexual… quizá para reencontrarlos en otra relación colateral.Por cierto ¿por qué el 85% de los varones que sufre dificultades en su vida sexual no consulta su problema? Cuando la imposibilidad de penetración es persistente, es absolutamente necesaria una consulta que descarte las causas físicas u orgánicas de la misma, advierte el especialista.Si es preciso, el tratamiento debe aunar terapia sexológica y recursos farmacológicos. Es lo que conocemos como terapia sexual integrada, que es la que demuestra mayor eficacia. Hay que tener en cuenta que la terapia sexual suele ser breve y es útil incluso en los casos en que tiene un origen orgánico.¿QUÉ PUEDES HACER TÚ?Lo más importante para rescatar la relación de pareja es recuperar la intimidad, la complicidad y la comprensión. Si se dan problemas de erección, lo mejor es hablar con la pareja en una situación no sexual, sugiriendo tranquilamente la posibilidad de un tratamiento.A los 60 añosLa frecuencia de la disfunción eréctil en varones de entre 40 y 70 años es de sólo el 17%, según el estudio EDEM (Documento de Consenso sobre Disfunción Eréctil), que señala que el 677% de los varones entre los 60 y los 70 años no presenta impotencia. Más que a problemas físicos, nos enfrentamos de nuevo al manejo de las relaciones sexuales, señala el dr. La Calle.Básicamente, a esta edad se produce un retraso de la respuesta sexual al que muchos varones no llegan a adaptarse; a ello se añade la incapacidad de muchas mujeres para amoldarse a los cambios que les llegan con la menopausia. De ahí que insista tanto en que el reto es encontrar un estilo de erótica para cada etapa del ciclo vital, una forma de vivir el sexo adecuada para cada edad.Por ejemplo, a partir de los 55 o 60 años, el hombre suele necesitar una estimulación más mantenida y eficaz, y el periodo refractario (de recuperación entre dos eyaculaciones) se alarga de una forma notable: pasa de ser de entre unos minutos a media hora en la juventud, a un día o más en edades más avanzadas. Eso no indica que haya que renunciar a las relaciones sexuales, sino que hay que vivirlas con las circunstancias de esa edad, explica el dr. La Calle.Dicho lo anterior, es innegable que la mayoría de casos de impotencia o de disfunción eréctil (DE) como dicen los expertos, a esta edad derivan de problemas fisiológicos, concretamente de enfermedad cardiovascular, diabetes e hipertensión.Además del tratamiento (en los casos en que es necesario), realizar actividades de ocio interesantes y tener un estilo de vida saludable contribuyen a disfrutar de una vida sexual más rica y satisfactoria.¿QUÉ PUEDES HACER TÚ?Sin duda, la pareja de un hombre de más de 60 años con problemas de impotencia tiene un gran papel ante sí: el de convencerle para que acuda a la consulta de un especialista. Además de ser causa y efecto de ansiedad y malestar en el hombre (e indirectamente en la mujer), la impotencia a esta edad suele ser a menudo síntoma de alguna enfermedad crónica.