¿Sufres ansiedad cuando te olvidas el móvil? Si te sientes desconectada del resto del mundo cuando te dejas el teléfono en casa, puede ser que seas uno de los muchos que sufren de nomofobia. Este término se traduce como el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa "no-mobile-phone phobia".España es el país con más teléfonos móviles por habitante, casi 10 millones de españoles utilizan whatsapp para enviar mensajes, fotos, etc. "Todas estas cifras hacen que nuestro país sea especialmente sensible a este tipo de nuevas enfermedades", han advertido desde el centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA).Estudios realizados por este centro revelaron que casi el 53 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando "pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura en la red", explica la directora de CEETA en España, Marina Dolgopol."Las personas que padecen de nomofobia expresan que su teléfono es su vida, que lo es todo, y les brinda la sensación sobre todo de sentirse acompañados", asegura Marina Dolgopol.Las mujeres y los adolescentes suelen ser más propensos a padecerla. Los adultos ejercen una influencia importante en la vida de los niños a través de su comportamiento llevando a situaciones tales como no poder dejarlo incluso en los momentos de reunión familiar como puede ser compartir una cena o reunión. Los jóvenes de entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer homofobia. Dentro de este rango, el 8 por ciento de los universitarios son los que más lo sufren.Según Marina Dolgopol, "la clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico".Las mujeres y los adolescentes suelen ser más propensos a padecerla. Los adultos ejercen una influencia importante en la vida de los niños a través de su comportamiento llevando a situaciones tales como no poder dejarlo incluso en los momentos de reunión familiar como puede ser compartir una cena o reunión. Los jóvenes de entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer homofobia. Dentro de este rango, el 8 por ciento de los universitarios son los que más lo sufren.Según Marina Dolgopol, "la clave es aprender a controlarse, desprenderse del móvil de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico".