Según un estudio elaborado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y de la Universidad de Navarra, los consumidores de comida rápida tienen el doble de riesgo de padecer depresión.Las posibilidades de caer en la depresión aumentan un 51% si se ingieren este tipo de alimentos, tal y como recoge la Agencia SINC. Por tanto, el análisis desarrollado por los científicos españoles demuestra que la ingesta de bollería industrial y de comida rápida se asocia a este diagnóstico. También existe relación entre dosis de alimento y grado de depresión. "Cuanta más comida rápida se consume, mayor es el riesgo de depresión", explica la primera autora del estudio, Almudena Sánchez-Villegas.Los investigadores han demostrado que las personas que más alimentos grasos consumen "son más propensos a estar solteros, ser menos activos y tener un patrón dietético peor, con un consumo menor de fruta, frutos secos, pescado, verduras y aceite de oliva".El estudio realizado ha contado con cerca de 9.000 participantes, de los que ninguno había sido diagnosticado anteriormente de depresión, ni habían tomado antidepresivos. Así, durante los primeros seis años del proceso, 493 personas han sido diagnosticadas de depresión.