Por lo general, durante una gran parte de este periodo, los niños se van con el padre, pues, incluso en los casos de custodia compartida, es la madre la que se hace cargo de ellos durante el invierno.Los encuentros con el padre son importantes y conviene que se vean favorecidos por parte de la madre. El padre, por su lado, debe hacerse cargo del hijo y pasar el mayor tiempo que pueda con él. Aunque en época de vacaciones todo es más relajado, algunos límites siempre son necesarios.Conviene que la madre respalde lo que hace el padre en vacaciones. Lo que mide que todo vaya bien es el hecho de que el niño lo pase bien con él y tenga la vivencia de que su padre también quiere estar con él de vez en cuando. Esto es lo único importante.Si a lo largo del año ve poco al padre, las vacaciones con él pueden convertirse en un tiempo para alimentar una relación que es básica en el mundo emocional. Si el niño quiere, es mejor que esté el mayor tiempo posible. Luego, a lo largo del año, lo recordará y le servirá para sentirse mejor.