Saioa es una cima navarra muy atractiva. Situada en la divisoria de aguas del Bidasoa y el Ebro, sus lomas arboladas separan las cuencas del mar cantábrico Cantábrico y el río Ebro.Los montes de Belate son accesibles tanto por Pamplona como por Irún, aunque es más cómoda la primera de las opciones. La carretera que lleva a la frontera nos facilita en gran parte el camino, pero es dificultosa la subida hasta la explanada del collado de Artesiaga, a 990 metros.Saioa se encuentra en el vértice de la carretera entre Eugi e Irurita. Desde el aparcamiento vemos un enorme hayedo que nos permite asegurar que estamos en territorio salvaje. El montañero o paseante debe ajustarse a los caminos y la cartografía. En caso contrario perderá el rumbo y acabará descendiendo por la vertiente menos deseada.De todas formas, no hay precipicios, por lo que las consecuencias del error se limitarán a perder tiempo y sumar kilómetros de caminata. Salvo que la excursión se haga en viaje organizado, el coche particular es imprescindible. Se puede dejar perfectamente en la campa herbosa del collado de Arteriaga.Casi en frente hay una majada y, en temporada, es habitual que las ovejas y los caballos vengan a husmear a los coches. Un letrero nos indica la ruta que se puede seguir hasta la cima. El camino, una pista, está generalmente embarrado. En sus primeros metros se interna en un hermoso hayedo y se dirige hacia un collado que separa Saioa de Azkenar y Araon.La arboleda es espectacular. Merece la pena ralentizar la marcha y caminar en silencio. El picoteo de los pájaros carpinteros se escucha en primavera y verano. Tampoco es difícil tropezar con corzos, venados y jabalíes.Es un paseo muy tranquilo. La ruta bordea la cima de Eurtegi, de perfil muy espectacular. Atraviesa un amplio tramo de praderío y nos conduce al collado en unos veinte minutos. En caso de niebla o mal tiempo, habitual en esta zona, debemos tomar como referencia los postes del tendido eléctrico. Es normal ver buitres, halcones y algo que no es habitual en otros terrenos, lechuzas al acecho de topos.Debemos remontar entre el arbolado hasta que el bosque comienza a clarear. El trayecto mantiene su dureza hasta el collado de Mandadegi. Estamos en un claro muy amplio a 1.260 metros de altitud. Saoia esta sobre nosotros. El último tramo es exigente. El terreno es herboso y venteado, y se hace duro llegar hasta la cima.El descenso al collado de Artesiaga se realiza por el mismo camino de subida. Nos llevará algo más de una hora retornar hasta el aparcamiento. Con las paradas obligatorias, el paseo requiere casi tres horas a paso tranquilo. Las marcas del GR-12 nos sirven de referencia en caso de niebla.