Desde las almenas de la torre de Bujaco, actualmente Centro de Interpretación de la Tres Culturas, se divisa el perfil de torres y tejados de la vieja ciudad, laberinto de sinuosas calles que encierra la muralla. También se avista extramuros la Plaza Mayor, como un gran portal rectangular del recinto amurallado, con el encanto de sus construcciones porticadas, entre las que se halla el Ayuntamiento.La estrella que corona y da nombre al principal arco de entrada es un farol para iluminar la estatua de la Virgen en este acceso, hasta el siglo XVIII ocupado por la Puerta Nueva y que forma parte del recinto amurallado erigido por los almohades en el siglo XII sobre la fortificación original romana, que se conserva intacto en distintas partes. Los palacios y casas blasonadas surgen en las plazas y estrechas calles. Son icono de la monumentalidad de la ciudad y mantienen cierto aspecto defensivo, a pesar de que Isabel la Católica hizo derruir torres y almenas para evitar las disputas de la nobleza local.Dormir y comer- Ilustre. Un caballero de la Orden de Santiago se hizo construir en el siglo XIV el palacio que hoy ocupa el Parador de Cáceres. Detalles góticos, renacentistas y barrocos, un patio y confort. Info: www.parador.es.- Sabores de la tierra. La mejor y más auténtica gastronomía extremeña desfila por los platos que se sirven en el restaurante El Figón de Eustaquio, clásico entre los clásicos de la ciudad. Info: www.elfigondeeustaquio.com.- Comer en una torre. Tencas, migas y otras delicias extremeñas en La Tapería con terraza en pleno casco histórico. Está en la Torre de Sande, que da nombre al restaurante aledaño. Info: www.torredesande.com.+ Información. www.caceres.es.