El pueblo gaditano de Grazalema, emboscado en medio de una de las sierras más espectaculares de la Península, posee un paisaje trazado por callejuelas estrechas y empinadas, por rejas y puertas arqueadas, por patios enrollados con paredes encaladas y por balcones de geranios.Grazalema está situada dentro del Parque Natural que lleva su nombre, junto a las sierras del Pinar y del Endrinal. Constituye un centro ideal desde el que hacer excursiones y practicar deportes de montaña. Fue fundada por los árabes en el siglo VIII, aunque el prólogo de esta ocupación ya lo escribieron las legiones romanas de Escipión con la colonización de la loma de Clavijo.De la Sierra de Grazalema, declarada Parque Nacional y Reserva de la Biosfera, destaca su amplia fauna con especies como águilas, buitres, alimoches y cabras montesas. Desde Grazalema se pueden realizar excursiones a lugares bellísimos: al nacimiento del río Guadalete; al famoso bosque de pinsapos -variedad del abeto mediterráneo, que sólo se encuentra en esta zona-; a la ermita de la Garganta o practicar el alpinismo en las cumbres que pasan de los 1.500 metros de altura. También se puede practicar el vuelo libre o ala-delta utilizando la plataforma del Puerto de las Palomas para iniciar el vuelo; o espeleología en las numerosas cuevas de sus alrededores.Además, son numerosos los atractivos turísticos de esta población, la más lluviosa de España, donde las construcciones moriscas, que en otras zonas andaluzas prescinden de los tejados, aquí se inclinan y echan sus aguas a dos vertientes. Los principales edificios históricos son las fortificaciones árabes del siglo X; la parroquia de la Encarnación, que data del siglo XVII; la iglesia de Nuestra Señora de la Aurora, del XVIII; la iglesia de San Juan, reconstruida tras la invasión francesa, y la fábrica de mantas.Inaugurado en febrero de 2002, el Hotel Fuerte Grazalema**** (Tel. 952 86 15 00) se jacta de estar situado en un bosque de alcornoques en pleno corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, a 5 kms. del pueblo blanco más bonito de Andalucía. Todas sus habitaciones ofrecen vistas sobre el valle del Guadalete. Dispone de restaurante con terraza especializado en cocina de la zona -chacinas. queso de Grazalema, tarta de bellota, amarguillos, cubiletes…-, bar terraza y bar piscina. En definitiva, constituye una magnifica base para excursiones.